Comenzamos con el Instituto a mitad del año pasado y a pesar del poco tiempo transcurrido, nuestro balance es muy positivo y gratificante, lo cual no significa que nos conformemos con ello o que no debamos pulir muchas cuestiones y proponernos nuevos desafíos.
Sus propuestas y/o peticiones nos sirven de mucho, queremos que madure el IPL en pos de ampliar la investigación sobre nuestras perspectiva y unidad latinoamericana, no nos oponemos a la formación eurpeizante, la que tradicionalmente nos imponen- la cual, valga la redundancia, poco tiene que ver con nuestras tradiciones y raíces- pero a esa formación hay contextualizarsela en su lugar y en su tiempo y discernir acerca del interés que posee, el cual se basa en que nos pensemos "con sus zapatos" cosa que nos resulta imposible. No son ni mejores ni peores, solo distintos. Nosotros somos latinoamericanos y nos merecemos autonomía y libre albedrío en todo ámbito en el que sintamos el deseo de pensarnos.
La oferta de talleres de este año se amplía, aprovechemosló para realizarlos y para invitar a todo el que quiera aprender. Son libres y gratuitos pero no los tomemos como un previlegio, toda universidad pública debería contar con este espacio y sin especular con el cobro de ningún tipo de arancel. Esta formación no es mero "hobby", sino que amplía nuestra formación como futuros profesionales idóneos y comprometidos con nuestra región y para aquellos que todavía no cursan una carrera, entonces, es la creación de un vinculo con la universidad pública.
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